Bard, la inteligencia artificial de Google, presentó una serie de novedades que facilita los procesos de búsqueda e investigación en internet.

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Bard de Google es la inteligencia artificial conversacional que promete ser la competencia de ChatGPT.

La inteligencia artificial se ha convertido en uno de los principales activos de las grandes empresas de tecnología. A semanas de que Open AI anunciara el lanzamiento de Chat GPT, Google le salió al ruedo con Bard. Las dos son IAs generativas a las que se les puede hacer consultas o pedir que desarrollen actividades que, hasta hace poco, solo podía hacer un humano.

Recientemente Google anunció que Bard incorpora una serie de actualizaciones que se pueden utilizar desde ahora, en idioma inglés.

Integración con el ecosistema de Google

Entre las principales novedades está la utilización de Bard como una extensión de Google. La empresa asegura que esta herramienta permitirá una forma diferente de interactuar y colaborar con Bard, ya que puede encontrar información relevante que provenga de otros servicios de su ecosistema como Gmail, Docs, Drive, Maps, YouTube, Vuelos y Hoteles.

“Incluso cuando la información se encuentre en múltiples aplicaciones y servicios, Bard podrá encontrar, resumir y responder a preguntas en el contenido personal”, detalla Google, al explicar que el acceso de su herramienta a la información del usuario deberá contar con una autorización previa del mismo.

En la práctica, esta integración entre estas herramientas hace posible que el usuario tenga respuestas personalizadas con un alto nivel de detalle, como lo puede ser la búsqueda de vuelos, hoteles y demás planes relacionados a un viaje en específico, o buscar en la zona los mejores establecimientos comerciales o restaurantes.

“Si estás planeando un viaje al Gran Cañón (un proyecto que ocupa muchas pestañas del navegador), ahora puedes pedirle a Bard que tome las fechas que funcionan para todos desde Gmail, busque información de vuelos y hoteles en tiempo real, instrucciones de Google Maps para llegar al aeropuerto e incluso videos de YouTube de cosas que hacer ahí, todo en una sola conversación”, detalla Google.

¿Y la fuente?

Uno de los mayores problemas que tienen las inteligencias artificiales generativas, y con lo que muchos profesionales chocamos, es la falta de información para conocer el origen de la información que brindan, pues se ha encontrado que en muchas ocasiones pueden inventar datos o improvisar para cumplir con el requerimiento que se le hace.

Con esta actualización de Bard, Google busca mitigar esta falla al permitir que podamos consultar el origen de la información con tan solo poner el cursor encima del fragmento del texto.

“Al hacer clic en el icono de la “G”, Bard leerá la respuesta y evaluará si hay contenido en la web para corroborarla. Cuando es posible evaluar una afirmación, se puede hacer clic en las frases resaltadas y saber más sobre la información que la apoya o la contradice encontrada mediante la Búsqueda”, explica Google.

Compartir las conversaciones

Los usuarios también podrán hacer de sus conversaciones con Bard una gran conversación, ya que se puede compartir las respuestas que dé la inteligencia artificial, mediante un enlace, con otras personas. Lo interesante es que estas podrán hacer sus propias preguntas y aportar así al diálogo que se está teniendo con la tecnología.

Entre las funciones adicionales, Bard también permite hacer consultas no solo en texto, sino también en imágenes; esto gracias a la tecnología de Google Lens. También se le puede solicitar que haga una respuesta más larga o corta, o en un lenguaje más informal. Esto en más de 40 idiomas.

“Tener la opción de modificar las respuestas para satisfacer mejor las necesidades te da más control sobre tu proceso creativo. El uso de imágenes como parte de las indicaciones abre un nuevo nivel de creatividad, y tener imágenes como parte de las respuestas puede ayudar a dar vida a las ideas”, concluye Google.

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